Mi padre siempre dice que el destino lo tenemos escrito y que por muchos que nos empeñemos y los caminos que tomemos siempre nos desviaremos hasta tomar el rumbo fijado... no se yo nada sobre el destino y me gustaría pensar que no hay nada escrito ni que vamos irremediablemente hacia unos acontecimientos prefijados... Diréis que qué me pasa hoy... no estoy especialmente filosófica, pero, aunque no comparto el pensamiento de mi padre, hay veces que parece que por mucho que creas que te has librado de algo...¡zaz! aparece por otro lado. En fin, hoy quiero decir "carpe diem"
En cuanto a la receta de hoy os propongo este cake, en mi tierra se dice "keki", esto se debe a la cercanía con Gibraltar y a antiguas adaptaciones y modismos de algunas palabras en inglés que, hoy por hoy, son palabras propias de mi ciudad, La Línea. Otro días os digo más.
Si compraste fruta confitada en Navidad para preparar roscón y demás y os ha sobrado... ya sabes, prepara este "keki"
Ingredientes
250 g de harina (más un par de cucharadas para el molde)
150 gr (aprox) de fruta confitada variada
150 gr de mantequilla (más un poco para untar el molde)
150 gr de azúcar glas
3 huevos
70 ml de leche
2 cucharaditas de ron
1/2 sobre de levadura Royal (polvos de hornear)
Preparación
- En un bol mezclamos la mantequilla en pomada con el azúcar glas, la trabajamos hasta que esté cremosa y blanquecina
- Añadimos los huevos, uno a uno. No añadimos el siguiente hasta no incorporar completamente el anterior
- Agregamos el ron a la leche. La añadimos al compuesto anterior
- Mezclamos la harina con la levadura y la tamizamos, añadiéndola poco a poco al bol
- Picar la fruta,(las cerezas quedan mejor cortadas por la mitad). Enharinar ligeramente la fruta confitada e incorporarla a la masa
- Engrasamos un molde alargado para plum cake con mantequilla y espolvoreado con harina
- Rellenamos el molde con la masa y lo ponemos en el horno precalentado a 210º durante 10 minutos. después bajamos la temperatura a 150º y lo dejamos por espacio de 45 minutos
- Enfriar y desmoldar. (Lo podemos envolver en film mientras no lo consumimos)
No sabes cuanto me gusta tu cake; la fruta confitada me encanta!!!
ResponderEliminarUn abrazo ROSA :)
Me ha encantado eso de "Keki"
ResponderEliminarDí que sí, Carpe diem.
Te mando un abrazo,
María José.
"El destino no está escrito, se puede cambiar", frase mítica de Doc a Marty en Regreso al Futuro ;).
ResponderEliminarYo tampoco estoy para muchos debates filosóficos, pero me gusta pensar que nos podemos librar del destino con nuestros caminos!
Sea como sea, el "keki" es delicioso :). En muchas partes de latinoamérica llaman a los pasteles "queques", también por evoluciones curiosas idiomáticas, me encanta conocer estas cosas! Y me encanta la receta :D.
Un abrazo
Te ha quedado estupendo, tienes un blog estupendo. Me quedo viendo más cosas. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarqué buena pinta, tiene que estar riquísimo.. besos, Pilar
ResponderEliminarPues a mí me han sobrado frutas confitadas y tu cake me parece una opción estupenda.
ResponderEliminarUn beso.
TIene una pinta estupenda este cake, de buena gana me comería un trozo ahora mismo. Con tu permiso, me copio la receta y, a cambio, te dejo un premio en mi blog. Puedes pasar a recogerlo cuando quieras. Aquí te dejo el enlace:
ResponderEliminarhttp://araekitchen.blogspot.com.es/2013/02/dos-nuevos-premios.html
Me quedo por aquí como seguidora para seguir deleitándome con recetas tan ricas como ésta.
Un saludo.