¿Qué tal estos días de puente? Nosotros estuvimos viendo a la familia la cual ha aumentado con una nueva sobrina, hija de mi hermana. Aunque yo fui a verla cuando nació, mis hijos aun no habían visto a su primita. Ayer, ya de vuelta, por la tarde pusimos, como es tradición, el árbol de Navidad. Y para ir abriendo boca os traigo un aperitivo que podéis preparar vosotros mismos y sin complicación. Se trata un paté de hígaditos de pollo, su sabor es intenso y mejora al día siguiente de prepararlo. Untado en panecillos tostados está estupendo y con el plus de ser cien por cien casero.
Ingredientes (para 2 tarrinas):
400 gr. de higaditos de pollo
1 cebolla
1 puerro
1 vasito de brandy
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Tomillo
Aceite de oliva
Dos cucharadas de manteca blanca
- Pelamos y picamos la cebolla. Eliminamos los extremos de puerro quedándonos con la parte blanca, eliminamos la primer capa y cortamos en discos finos.
- En una sartén o perol sofreímos en aceite de oliva la cebolla picada y el puerro. Lo tenemos 5 minutos hasta que estén bien pochados.
- Mientras, limpiamos los hígados, eliminamos la grasilla que encontremos y revisamos que no haya quedado ninguna vesícula biliar (lo normal es que la quieten en la carnicería).
- Agregamos los higaditos al sofrito. Sofreímos y añadimos el brandy, sal, pimienta, un poco de ralladura de nuez moscada y tomillo al gusto. Bajamos el fuego.
- Cuando vemos que están bien cocidos y ha reducido todo el líquido, lo apartamos.
- Pasamos la preparación por la batidora hasta conseguir una masa lisa y homogénea.
- Utilizaremos algún recipiente para que repose nuestro paté, yo utilicé un molde de plum cake, pero cualquier tupper nos viene bien. Al recipiente le pondremos un papel film y sobre él vertemos la preparación, la alisamos y la cubrimos, así mismo, con film de cocina. Lo metemos en el frigorífico y lo dejamos reposar como mínimo 4 horas (yo toda la noche).
- Pasado ese tiempo, lo sacamos y rellenamos, con ayuda de una cuchara, los tarros donde guardaremos el paté.
- En un cazo derretimos la manteca blanca y, cuando esté totalmente derretida y aún caliente, la echaremos sobre la superficie del paté en cada uno de los recipientes donde lo hayamos guardado. Dejamos enfriar y refrigeramos hasta su consumo.
Una delicia de paté, nunca he hecho uno y pinta delicioso
ResponderEliminarme lo apunto un beesito